Desde hace muchos años se celebra el 2 de enero en Granada el día de su "reconquista" que para nosotros es una "conquista" del reino de Granada. Todos estos años el acto a convivido con los políticos de pp y psoe junto a diferentes muestras del pueblo de Granada que participan del acto. Entre estos grupos, siempre se encuentran grupos fascistas, con su simbología bien visible al igual que sus gritos, que pretenden festejar ese día como la victoria del cristianismo contra el islam, la victoria de "España" contra los invasores, etc.
Pero lo que no estaba pensado para estos grupos de fascistas y pseudo-fascistas es que, desde hace años, se manifiesten en la misma plaza grupos de personas que, con más sentido común y capacidad de raciocinio, denuncien lo que fué un genocidio de andaluces por parte de los reinos de Castilla y Aragón. Estas manifestaciones de cordura molestan a los manipulados y políticamente correctos del psoe, y mucho más a los disfrazados de demócratas del pp. ¿Alguna vez el psoe se posicionará en favor de los desfavorecidos? no lo creemos, ¿verdad?
A la vez que la presencia de los cuerdos que profieren gritos contra la expulsión de andaluces de sus tierras, ciudadanos de nuestra tierra con los mismos derechos y obligaciones que el resto, se ha ido haciendo más contundente y más molesta, el poder tiende a ejercer su fuerza represora, que es la única que entiende, puesto que lo contrario sería mover las bases sobre las que se asienta (cristianismo, capitalismo, imperielismo) y aceptar que se está celebrando un hecho repulsivo y xenófogo para cualquier democracia madura y avanzada.
Este año la represión ha dado un paso más pués nuestros fieles amigos fueron identificados (posibles terroristas, o algo peor), se les conminó a quitar la simbología que no es de su agrado y muchos fueron multados con motivos deleznables. Mientras, los fascistas, campan a sus anchas con toda su parafernalia anti-democrática. Está claro que para esta democracia, fascistas y antifascistas son lo mismo, rectifico, los fascistas le resultan más atractivos a sus intereses.
El 2 de enero, como el 12 de octubre, son días dónde se conmemora el genocidio, la represión, la exclavitud y la expulsión de personas de sus tierras, al igual que hoy hacen los Israelíes con los palestinos. Estas son las bases sobre las que se asienta el estado español. Para finalizar, me gustaría animar a toda persona que pueda tener acceso a este texto, y que sienta lo que és, que apoye estos actos y a las personas multadas, que se manifieste en contra de la toma o del día de la raza, que grite si es necesario en contra de actitudes represivas como esta que hemos contado, porque el 2 de enero, tampoco hay nada que celebrar.
